La deforestación en América Latina aun es un tema pendiente
Alerta Perú. A pesar de que la deforestación ha sido un problema que se ha desarrollado históricamente, sin duda ha sido en los últimos 250 años cuando se ha realizado una mayor presión sobre los bosques debido al increíble aumento de la población y de las revoluciones agrícolas. América Latina y el Caribe han registrado ligeros avances en materia ambiental en los últimos años, pero la deforestación y el incremento de las emisiones de carbono los alejan del cumplimiento de metas de desarrollo sostenible previstas para 2015.
El último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sobre el avance en la región hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio advirtió que la tasa de deforestación en América Latina es de 6,97%, poco más del doble de la registrada a nivel mundial que es de 3%. Del mismo las emisiones de carbono en la región vienen registrando un crecimiento de un 41% entre 1990 y 2005, lo cual implica un desafío importante para Latinoamérica.
El informe también establece que el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono ha disminuido en 85% desde 1990, mientras que las áreas naturales protegidas terrestres y marinas aumentaron de 9,5% en 1990 a 21,1% en 2008. Pero las cifras no termina ahí, en Centro América la vulnerabilidad ambiental de El Salvador por ejemplo se confirma cuando es calificado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como el segundo país más deforestado de América Latina y según datos del Servicio Nacional de Estudios Territoriales SNET más del 90% de sus ríos están contaminados.
Ahora bien, de hecho el modelo económico diseñado para beneficiar a banqueros y al gran comercio importador, implementado los últimos veinte años, es la razón de fondo de la agudización de los actuales problemas. En ese sentido otro gran problema que agudiza la deforestación se viene dado por el paso a la agricultura moderna o la cría de ganado a gran escala para la exportación. De hecho muchos bosques han sido convertidos a la ganadería en América Central y a la producción de soja en gran escala por la demanda explosiva del mercado de comida rápida. Países como Estados Unidos y de Europa tienen un mercado que exige grandes volúmenes de carne barata además de la producción subvencionada y altamente "tecnificada" que exige un abastecimiento siempre creciente de cereales para alimentar al ganado. Así mismo el aumento constante del consumo del papel, particularmente en los países de altos ingresos, depende de la disponibilidad de madera barata con las que alimentar a la industria de la celulosa y el papel.
En el 2009, hay que señalar que la Organización No Gubernamental Greenpeace hizo público un informe inédito llamado “Destruyendo la Amazonía”, donde denunciaba al gobierno brasileño de financiar y ser accionista de las más grandes empresas del sector pecuario que actúan en la Amazonia. Donde figuran marcas famosas de calzados, cadenas de supermercados, productos de higiene personal y marcas de lujo, que fueron acusadas de impulsar la destrucción de la región. En ese sentido al gobierno brasileño se le viene criticando por tener US$ 2,65 mil millones en acciones de frigoríficos que se benefician del suministro barato de ganado criado en áreas de la Amazonía destruidas ilegalmente, y que por consiguiente se proyecta en un aumento de las exportaciones en las próximas décadas, lo que aumentaría la presión sobre la selva Amazónica.
El Perú no está excepto del problema, hace 3 años que el Grupo Romero viene deforestando Barranquita (distrito en la provincia de Lamas, San Martín), y los habitantes de Barranquita intentan detener la deforestación que lleva a cabo la empresa con el fin de sembrar palma aceitera. En este caso el gobierno peruano en el 2007 le adjudicó 3 mil hectáreas. En respuesta los dirigentes del Frente de Defensa de Barranquita señalaron que se cambió el uso del suelo de estos bosques de forestal a agricola, sin respetar que eran bosques primarios que venían siendo cuidados por las comunidades de la zona
El crítico tema de la deforestación resulta urgente de resolver en esta región, donde se ubica el 22 por ciento de las áreas boscosas del planeta. Frente a los continuos problemas que envuelven a la deforestación este mes de mayo empezó en Guatemala la XXVI Reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (COFLAC) con delegados confirmados de casi 25 países miembros. En esta reunión uno de los objetivos es asesorar a la FAO en la formulación de políticas forestales, y revisar y coordinar su aplicación en la región e intercambiar información entre sus 33 territorios integrantes, pues del total de áreas boscosas en estos territorios, 90 por ciento corresponde a Suramérica, nueve a Centroamérica y México, y uno al Caribe.
En ese sentido por el lado de la sociedad civil organizada se plantea que debe afirmarse la actividad agrícola y pecuaria, la cría de peces, el cultivo de frutales e impulsar la reforestación entre otras actividades. Se tiene la convicción de que es importante evitar la destrucción de los actuales medios de vida.
Datos:
El último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sobre el avance en la región hacia el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio advirtió que la tasa de deforestación en América Latina es de 6,97%, poco más del doble de la registrada a nivel mundial que es de 3%. Del mismo las emisiones de carbono en la región vienen registrando un crecimiento de un 41% entre 1990 y 2005, lo cual implica un desafío importante para Latinoamérica.
El informe también establece que el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono ha disminuido en 85% desde 1990, mientras que las áreas naturales protegidas terrestres y marinas aumentaron de 9,5% en 1990 a 21,1% en 2008. Pero las cifras no termina ahí, en Centro América la vulnerabilidad ambiental de El Salvador por ejemplo se confirma cuando es calificado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como el segundo país más deforestado de América Latina y según datos del Servicio Nacional de Estudios Territoriales SNET más del 90% de sus ríos están contaminados.
Ahora bien, de hecho el modelo económico diseñado para beneficiar a banqueros y al gran comercio importador, implementado los últimos veinte años, es la razón de fondo de la agudización de los actuales problemas. En ese sentido otro gran problema que agudiza la deforestación se viene dado por el paso a la agricultura moderna o la cría de ganado a gran escala para la exportación. De hecho muchos bosques han sido convertidos a la ganadería en América Central y a la producción de soja en gran escala por la demanda explosiva del mercado de comida rápida. Países como Estados Unidos y de Europa tienen un mercado que exige grandes volúmenes de carne barata además de la producción subvencionada y altamente "tecnificada" que exige un abastecimiento siempre creciente de cereales para alimentar al ganado. Así mismo el aumento constante del consumo del papel, particularmente en los países de altos ingresos, depende de la disponibilidad de madera barata con las que alimentar a la industria de la celulosa y el papel.
En el 2009, hay que señalar que la Organización No Gubernamental Greenpeace hizo público un informe inédito llamado “Destruyendo la Amazonía”, donde denunciaba al gobierno brasileño de financiar y ser accionista de las más grandes empresas del sector pecuario que actúan en la Amazonia. Donde figuran marcas famosas de calzados, cadenas de supermercados, productos de higiene personal y marcas de lujo, que fueron acusadas de impulsar la destrucción de la región. En ese sentido al gobierno brasileño se le viene criticando por tener US$ 2,65 mil millones en acciones de frigoríficos que se benefician del suministro barato de ganado criado en áreas de la Amazonía destruidas ilegalmente, y que por consiguiente se proyecta en un aumento de las exportaciones en las próximas décadas, lo que aumentaría la presión sobre la selva Amazónica.
El Perú no está excepto del problema, hace 3 años que el Grupo Romero viene deforestando Barranquita (distrito en la provincia de Lamas, San Martín), y los habitantes de Barranquita intentan detener la deforestación que lleva a cabo la empresa con el fin de sembrar palma aceitera. En este caso el gobierno peruano en el 2007 le adjudicó 3 mil hectáreas. En respuesta los dirigentes del Frente de Defensa de Barranquita señalaron que se cambió el uso del suelo de estos bosques de forestal a agricola, sin respetar que eran bosques primarios que venían siendo cuidados por las comunidades de la zona
El crítico tema de la deforestación resulta urgente de resolver en esta región, donde se ubica el 22 por ciento de las áreas boscosas del planeta. Frente a los continuos problemas que envuelven a la deforestación este mes de mayo empezó en Guatemala la XXVI Reunión de la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe (COFLAC) con delegados confirmados de casi 25 países miembros. En esta reunión uno de los objetivos es asesorar a la FAO en la formulación de políticas forestales, y revisar y coordinar su aplicación en la región e intercambiar información entre sus 33 territorios integrantes, pues del total de áreas boscosas en estos territorios, 90 por ciento corresponde a Suramérica, nueve a Centroamérica y México, y uno al Caribe.
En ese sentido por el lado de la sociedad civil organizada se plantea que debe afirmarse la actividad agrícola y pecuaria, la cría de peces, el cultivo de frutales e impulsar la reforestación entre otras actividades. Se tiene la convicción de que es importante evitar la destrucción de los actuales medios de vida.
Datos:
- Para 2005, el último dato disponible, América Latina y el Caribe tenía un 22% de la superficie forestal mundial, que equivalía a unas 915 millones de hectáreas.
- Entre 1990 y 2005, sin embargo, la región perdió cerca de 69 millones de hectáreas de bosques o el 6,97% del total.
- La ONU advirtió que un 85% de la pérdida total de bosques en la región se registró en América del Sur y afectó especialmente a la Amazonia.
0 Yo te digo, tu me dices...:
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