SIDA: PREJUICIOS EXPONEN A ADULTOS MAYORES
"La sexualidad en la vejez está negada, por eso no se pesquisa si hay riesgo de alguna enfermedad de transmisión sexual entre adultos mayores", declaró a IPS Liliana Gastrón, directora del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Luján, en Argentina, y experta en temas de género y envejecimiento.
El último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-Sida (Onusida) indicó que en América Latina hay 1,9 millones de personas infectadas con este virus, 210.000 de las cuales fueron diagnosticadas el último año. Para su estadística, esta entidad considera adultos a quienes tienen entre 15 y 49 años.
No obstante, datos del Ministerio de Salud de Brasil informan que la cantidad de mujeres con sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) de entre 50 y 59 años se duplicó entre 2000 y 2007, entre 60 y 69 años creció 88 por ciento y entre las de más de 70 años 190 por ciento. Con los hombres la tendencia es menos marcada, pero también muestra un aumento. "Aún no se sabe si son casos nuevos o recién ahora diagnosticados", aclaró a IPS el director de la Asociación Brasileña Interdisciplinaria de Sida, Veriano Terto.
En cambio, Maria Luiza Pereira, de la organización no gubernamental brasileña Maria Mujer, consideró que el aumento del sida entre mujeres mayores es pronunciado. "En uniones estables, a la mujer se le dificulta negociar el uso del preservativo. Se cree que la unión estable ofrece seguridad, pero no siempre hay fidelidad", advirtió Pereira. "Otro factor de vulnerabilidad entre ancianas es la ausencia de riesgo de embarazo, que reduce preocupaciones ante la falta de condones", dijo.
En México, el porcentaje de personas infectada mayores de 45 años es 11,7 por ciento, según el Centro Nacional para la Prevención y Control de VIH-sida (Censida). El médico geriatra mexicano Agustín Polanco comentó a IPS que está encontrando casos de VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) en mayores de 60 años. En esa edad, dijo, el condón es poco común y, además, los mayores no son sujetos de ninguna campaña de prevención, alertó el médico. Polanco reveló que el uso del viagra, la medicación usada para tratar la disfunción eréctil, permitió a personas de edad avanzada tener una vida sexual más activa y vaticinó que "en pocos años habrá un número significativo de casos (de VIH) en adultos mayores, muchos de nuevo contagio".
En Colombia, el director de la Corporación Semillas de Esperanza, Rafael Planeta, precisó a IPS que en su país también las entidades no gubernamentales atienden esta problemática en poblaciones jóvenes, pero "no existe un trabajo especialmente dirigido a mayores de 50 años", sector donde efectivamente el riesgo existe. A raíz de la invisibilidad de este tema, sobre todo en mujeres, Gastrón, que es punto focal en Argentina de la organización internacional Development Connections, elaboró un trabajo sobre los riesgos de contagio en personas mayores y sobre el silencio al que son condenados éstos si se contagian de sida.
"Las mujeres, después de la menopausia, somos más lábiles porque los tejidos vaginales son más frágiles y, si hay lesiones, hay riesgo de que el virus ingrese al organismo", explicó Gastrón. Luego, si desarrollan los síntomas del sida, el problema queda encubierto bajo otras patologías más comunes en el proceso de envejecimiento. En dos congresos últimos con profesionales de la salud, realizados en Argentina por el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), Gastrón comentó ese trabajo y habló de los riesgos de contagio entre mujeres mayores. La primera reacción de la audiencia fue de sorpresa, relató a IPS.
Pero poco a poco los profesionales mencionaron distintas experiencias de contacto con personas mayores expuestas al contagio. "Lo están viendo, pero todavía no tienen la percepción del fenómeno", concluyó Gastrón. "Desde los propios organismos internacionales se comienza a ver que el registro epidemiológico del VIH/sida fue hecho pensando en la edad reproductiva, porque hay un presupuesto subyacente según el cuál las personas de edad son de género neutro, como si la sexualidad desapareciera con los años", reflexionó.
Gastrón identificó estos prejuicios como "viejismo" o "edadismo". Se refirió así al hecho de asignar a los adultos mayores estereotipos negativos. Por ejemplo, suponer que todos ellos están enfermos, son sordos o dementes seniles. "Esos prejuicios están también entre el personal de salud", señaló. "Por culpa de los prejuicios no se dan cuenta que las personas mayores tienen relaciones sexuales después de la edad reproductiva y que corren riesgos. Las enfermedades de transmisión sexual no tienen edad", alertó la especialista. Gastrón coincidió en que, con la irrupción del viagra, la actividad sexual en la llamada tercera edad aumentó dentro de la pareja estable y fuera de ella. Hay mujeres que tienen contactos ocasionales sin protección y hombres que tienen sexo con prostitutas además de mantener una vida sexual activa con parejas estables. "Yo no estoy predicando la abstinencia, pero creo que si se prescribe viagra también hay que hacer prevención", aclaró la especialista.
De hecho, en los congresos del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), los centros de retirados que participaron del encuentro en el que disertó Gastrón confirmaron la existencia de riesgo entre adultos mayores y advirtieron que sus asociaciones podrían repartir preservativos entre sus socios. En esta misma línea, el Frente Nacional de Personas Afectadas por el VIH/sida en México está demandando realizar campañas especiales para adultos mayores, pues si bien se conoce que existen casos de contagio, escasean las estadísticas oficiales. Vicente López, activista del frente mexicano, comentó que entre los contagiados que se acercan a las reuniones hay personas mayores que se contagiaron al reactivar su vida sexual con el viagra.
Pero enseguida advirtió que "no son esos medicamentos los responsables del contagio, sino la falta de información". Finalmente, el Boletín informativo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en un articulo titulado "El abuelo tiene VIH", recordó que 10 por ciento de los infectados en ese país son adultos mayores que viven con temor al escarnio. "Es una cifra no muy alta, pero que está en aumento", advirtió el doctor Juan Molina.
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*Aportes de Mario Osava (Brasil) Helda Martínez (Colombia) y Diego Cevallos (México).(FIN/2008)
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